EL LENGUAJE EXTREMO DE LA HUELGA.
PUNTO DE VISTA DESDE EL AULA DE CLASE
EL LENGUAJE EXTREMO DE LA HUELGA…
Máster Robay Libias Cabello
La huelga, parecer ser, el único lenguaje que el magisterio debe usar para que los gobiernos de turno aprendan a escuchar. En medio de la huelga se logró la Ley 24029 y su Modificatoria 25212. En el fragor de la huelga el gobierno de García aprobó e implementó la Ley 29062 de Carrera Pública Magisterial. Ahora en medio de la huelga se alcanza al Congreso para su debate una nueva Ley de Reforma Magisterial.
Medida extrema, la huelga, donde pierde el más débil: los niños y las niñas, adolescentes y jóvenes de la escuela pública del país. Quizá sea tiempo de pedirles perdón por tanto daño perpetrados en su nombre, sobre todo desde las altas esferas del poder. ¿No era que la “gran transformación” comenzaría por educación, por la escuela, por los estudiantes, por el magisterio? Recursos hay. Porque como señala Foro Educativo “El Perú vive una etapa de franco crecimiento económico” a partir del cual se puede “disponer un incremento sustantivo del salario magisterial”, congelados desde hace años; así como “elevar en 0.25% el porcentaje del PBI destinado al Sector Educación, emprender la ansiada transformación educativa que cierre las brechas de inequidad que separan el destino de unos peruanos de otros”.
Confirma Foro Educativo que “se mantiene una dramática situación de la educación pública que afecta a los estudiantes, impide satisfacer las justas e históricas demandas de maestros y maestras y limita las posibilidades de cambio educativo”. Quedan claro entonces las razones por las que el SUTEP “acordó implementar la huelga luego de meses de diálogo y de compromisos incumplidos por las autoridades…”. Por el contrario propuso una unilateral Ley de Reforma Magisterial que vulnera derechos adquiridos por el magisterio.
En un evento pedagógico Theotonio dos Santos –destacado científico social brasileño de fama internacional- afirmaba que erradicar el analfabetismo en nuestros países de América Latina era económico y que para ello había dinero más que suficiente en las arcas estatales. Sin embargo, el analfabetismo es un tema que ni siquiera aparece en la agenda educativa. Sin duda dejar un pueblo en la ignorancia tiene profundos y perversos móviles políticos. ¿Quién se beneficia teniendo un pueblo en la ignorancia? ¿Por qué se regatea tanto el aumento salarial al magisterio habiendo dinero? ¿Acaso el ahorro fiscal impuesta como política por los grandes grupos financieros internacionales es más importante que la deuda que se tiene con educación, el magisterio y el pueblo?
En este contexto resulta preocupante que Hugo Díaz, miembro del Consejo Nacional de Educación, en un reciente artículo pida prácticamente represión para todos, en nombre de “las leyes y el principio de autoridad”. Critica al gobierno por tener “reflejos tardíos” frente a la huelga. Afirma que “el mejor incentivo para la huelga es no descontar los días no laborados”. Lamenta que ciertas autoridades regionales alienten la huelga y ofrezcan al magisterio no descontar. Ni los Directores de escuelas se salvan. Los acusa de cerrar las puertas de sus locales y pedir abiertamente a los alumnos, padres y profesores no asistir. Es un crítico mordaz de la huelga magisterial. Su única propuesta: la represión.
Actitud coincidente con la que proclama la Derecha Bruta y Achorada, que como señala Teresa Tovar, destacada profesional miembro de Foro Educativo “se opuso a poner impuestos a las sobreganancias mineras pero se rasga las vestiduras para “gastar” en los maestros de los niños más pobres y garantizar su derecho a aprender”.
Todos los entendidos, desde diversos enfoques, coinciden en afirmar que sin educación no hay desarrollo, que educación debiera ser prioridad de prioridades. Que la educación nacional afronta una crisis desde hace décadas y que no debiera postergarse más tiempo encarar su solución. Que en una educación de calidad residen las posibilidades de desarrollo de la patria. Criterios básicos a considerar para iniciar el cambio educativo por quienes ahora gobiernan gracias al voto mayoritario de los peruanos. Que no se convierta en una frustración más para el pueblo. Hay tantas en nuestra historia que deberíamos tenerlo presente siempre para evitar caer en los mismos errores. Cuidado que el dique social, podría colapsar.