EN OCTUBRE SÍ HAY MILAGROS
EN OCTUBRE SÍ HAY MILAGROS
Por: Robay Libias Cabello
Resulta extraño para un dolido parafrasear el título de una de las obras más importantes de nuestro laureado escritor nacional y maestro emérito de la CANTUTA Oswaldo Reynoso.
Quedan lejanos los mil caraj0s y demás adornos lingüísticos de replana proferidos por aquel estudiante al ver a su padre apaleado por la policía en medio de una gran movilización social.
Quedan lejanas muchas metas, objetivos. Los sueños se oscurecen pese a la claridad de los interminables días que se suceden sin importarle nada ni nadie.
Queda distante todo, menos el amor. El amor y la esperanza se conjugan dejando inadvertidos a la Real Academia de la Lengua. El amor crea su propia intensa luz. Es la que mantiene en pie, reconforta y fortalece el espíritu.
La familia se actualiza como nunca. Los hechos límite funde a la familia nanómetricamente convirtiéndola en un solo sentimiento y una sola voluntad; y, sus actos se dirigen hacia el miembro ausente, delicado de salud, en el borde del fin de donde solo algunos privilegiados retornan.
Y, tú querido hijo retornaste. Estás aquí y junto con quienes te amamos. Con tu llegada el hogar adquiere una dimensión nueva e insospechada. La madre estuvo siempre allí, donde más lo necesitabas. Guerreó como la mejor y ganamos todos. Es octubre morado y mes de “Mama Charo” y toda explicación resulta obvia.
Una circunstancia similar, menor o mayor puede tocar nuestra puerta en el momento más inoportuno. No avisa, simplemente llega y debemos recibirla así no se quiera, enfrentarla con fe; y, vencer, si aun no es el día. ¡Qué ironía! ¡Que ilógico! Casi absurdo pero así es la vida. Hoy no fue, mañana talvés, hay que esta preparados.